Más del 80% de las pymes españolas corren el peligro de convertirse en víctimas de un ataque informático. Traducido en cifras y según datos del Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE), el coste económico podría oscilar entre los ‘20.000 y 50.000 euros’, una cuantía que puede suponer un duro impacto en las finanzas de las compañías.
Por este motivo, conviene conocer en profundidad un término que está detrás de gran parte de las operaciones criminales que se dan a diario en la Red. Hablamos del botnet, que hace referencia a un conjunto de robots que se ejecutan de forma automática para controlar ordenadores y servidores de forma remota. Es un ataque informático en toda regla, que sirve para gestionar y robar datos personales y corporativos en un contexto donde el usuario pierde totalmente el dominio de su ordenador.
La definición del concepto responde a la unión de dos palabras: bot, que alude a robot o programa informático, y net, en tanto en cuanto sus causas y consecuencias tienen como marco de actuación la propia Red.
Los ‘síntomas’ del Botnet
Pero, ¿cómo saber si estamos siendo infectados por un botnet? ¿Cómo se manifiesta este virus?
Existen señales que te lo indican como, por ejemplo, el hecho de que tu equipo informático o las aplicaciones con las que trabajas, tarden mucho en abrirse o en ejecutar acciones.
Los botnets provocan que el ordenador se ralentice y esto también afecta a la velocidad de navegación de Internet. Se abren ventanas sin tu permiso y cuando navegas sufres la constante irrupción de banners y publicidad en páginas que hace poco visitabas sin problemas.
Pero también puede darse el caso de que aparezcan publicaciones que no has realizado en los perfiles personales o corporativos de las redes sociales. Y de que tus contactos te informen que han recibido correos desde tu cuenta de los que no tienes constancia.
El ordenador, además, tarda mucho en reiniciarse o apagarse. Y cuando está apagado, a veces, suena el ventilador del mismo, señal de que los botnets ejecutan programas sin tu consentimiento, incluso sin conexión a Internet y sin necesidad de que estés frente a la pantalla.
Cómo protegerse de los botnets
La Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) del Instituto Nacional de Seguridad propone un decálogo de buenas prácticas para no ponérselo fácil a los ‘piratas’ informáticos, entre los que destacamos los siguientes:
- Utilizar antivirus que analice todas las descargas.
- Mantener el sistema operativo y el navegador actualizados.
- Cuidar las contraseñas para evitar suplantaciones. Es aconsejable no utilizar la misma clave en diferentes servicios y no compartirlas con nadie.
- Permanecer alerta en la Red. Antes de realizar acciones conviene contrastar la información con otras fuentes de confianza.
- No hacer clic en enlaces sospechosos. Los mensajes falsos pueden conducir a páginas maliciosas.
- No abrir ficheros desconocidos.
Por otro lado, si las empresas utilizan wearables lo recomendable es que estén conectadas siempre a redes Wifi y no permanentemente vinculadas a tablets y smartphones, para evitar la propagación del virus.
Al conectar los dispositivos a un router lo ideal es crear redes independientes y separarlas de la conexión habitual.
Las nuevas tecnologías traen grandes réditos a las empresas, infinitas posibilidades para marcar diferencias y generar propuestas de valor en este mercado altamente competitivo que es Internet, si bien todos los esfuerzos en la era de la globalización deben ir encaminados a que los beneficios económicos queden al abrigo de peligros con firmes políticas de seguridad en el campo de la informática.