Las factorías automovilísticas se están convirtiendo en el gran banco de pruebas de las nuevas tecnologías. La automoción siempre ha estado a la vanguardia de la innovación tecnológica, pero la llegada del big data protagoniza en la actualidad el gran salto cualitativo del sector, todo un revulsivo que ha traído notables mejoras en eficiencia a las cadenas de montaje de las fábricas de coches.
Según un estudio realizado por Keyland, a partir de cien entrevistas a más de 100 directivos y mandos medios de ocho industrias en España, “la automoción lidera la implantación de tecnologías digitales en los procesos de fabricación”. La empresa atribuye en este estudio la primacía del sector a su “vasta experiencia en el uso de robots y multitud de mecanismos, sensores y software conectados entre sí”.
Hasta ahora la finalidad del despliegue tecnológico ligado a la industria inteligente se había limitado a hacer seguimiento de la producción, si bien la tendencia actual, en proceso de desarrollo y condicionada por la coyuntura de la economía, se basa en extraer datos de los distintos elementos que participan en las cadenas de montaje para conocer su estado y anticiparse a los problemas derivados de su funcionamiento.
La inteligencia artificial en la fabricación de coches
El grupo PSA Citroën, en este contexto, ha llegado a un acuerdo con el Centro Nacional para la Investigación Científica, el Instituto Nacional de Investigación Informática y la Universidad de París para utilizar la inteligencia artificial como pieza clave del engranaje de producción de las cadenas de montaje, al objeto de seguir ofreciendo soluciones innovadoras en el campo de la movilidad.
Así, la firma francesa ha incorporado su modelo de Fábrica Excelente basada en Lean Manufacturing, con un sistema de producción moderno, conectado, que facilita la relación entre centros de control, clientes y proveedores. La solución es producir productos de mayor calidad: coches diseñados con interiores que incorporan puestos de trabajo móvil o sistemas de realidad aumentada en los cristales, lo que garantiza una experiencia de conducción más segura y menos estresante.
No hay estudios del impacto económico que el big data puede tener en la automoción española, pero expertos del Instituto alemán Fraunhofer IPA estiman, en el caso de EE.UU., que las factorías podrán ahorrar entre un 10% y un 20% en gastos de mantenimiento gracias a la predicción de fallos a partir de la analítica de datos.
La industria 4.0 ofrece grandes ventajas en el sector de la automoción, no sólo en términos de mejora en eficiencia y competitividad, sino también en ahorro económico.
Anticiparse a los riesgos puede ayudar a reducir los procesos de parada en las cadenas de montaje, uno de los problemas más temidos en empresas por las elevadas pérdidas que acarrea en las cuentas de resultados.