Con motivo del Día Internacional del Tester de Software, que como cada año se celebra hoy en todo el mundo, en SIVSA queremos felicitar a TODOS los profesionales de testing y calidad de software de nuestro equipo que cada día trabajan para que nuestros productos sean un ejemplo de calidad, seguridad, confiabilidad y alto rendimiento.
Gracias a su importante contribución, nuestros softwares se han convertido en una referencia en el sector sanitario de países como Marruecos o Perú.
Su función, verificar y validar la funcionalidad de nuestros softwares, identificando en una fase temprana los posibles errores o fallos para resolverlos, ha sido esencial para ofrecer productos de calidad a nuestros clientes y mejorar, con cada evolución, nuevo desarrollo o funcionalidad, la experiencia de los usuarios, año tras año.
Participan activamente en todas las fases de desarrollo de nuestros productos y están en constante comunicación con el equipo de desarrollo para detectar, documentar y registrar bugs y comprobar su resolución. De su labor depende que el software funcione correctamente antes de su entrada en producción o entrega al cliente final y, para ello, se aseguran de que todas las tareas se ejecutan sin errores mediante checklist de verificación, realización de planes de prueba, soporte funcional y de configuración a desarrolladores y profesionales de SIVSA en clientes, además de la actualización de los manuales de usuario o la elaboración de análisis en colaboración con los desarrolladores para la realización de presupuestos.
Desde hace más de medio siglo, los probadores de software tropiezan más de una vez en la misma piedra para conseguir soluciones de calidad con las que cambiar el mundo.
¿Cuándo surge la figura del tester en la industria del software?
Se remonta a un 9 de septiembre de 1945 y a un episodio que marcó la historia de la tecnología. La reconocida científica estadounidense Grace Murray Hooper, pionera en el mundo de las ciencias de la computación, registró lo que se conoce como el primer error informático o bug, mientras trabajaba en el ordenador Mark II en la Universidad de Harvard. Descubrió que una polilla – bug significa insecto en inglés- atrapada en un relé era el origen de los fallos de funcionamiento detectados en el equipo. El término se popularizó hasta tal punto que hoy se denomina debug al proceso de identificar y eliminar errores en softwares y hardwares y, a los programas que ayudan a su detección y eliminación, depuradores o debuggers.
Hoy, en SIVSA nuestro homenaje y aplauso va para ellos, los TESTER, que vigilan nuestros errores y nos hacen superarnos cada día.