Internet es una parte fundamental de nuestras vidas, el medio en el que compramos, nos divertimos, socializamos, trabajamos y estudiamos. En 2020 los españoles pasaron de media 6 horas y 54 minutos conectados, y la pandemia ha hecho que esta herramienta sea en muchas ocasiones nuestra única ventana al mundo. Pese a sus innumerables ventajas, el entorno online está plagado de riesgos, por ello, el mes de febrero se ha elegido desde el año 2004 para celebrar el Día de la Internet Segura, que tiene por objetivo concienciar a la población de la importancia de adoptar un comportamiento responsable en la web.
2020, un año negro para la seguridad en la red
La pandemia ha supuesto un incremento sin precedentes de los usuarios de internet, y los ciberdelincuentes han sabido aprovechar esta circunstancia. Según la ONU, los ciberdelitos aumentaron un 600% a nivel mundial durante los primeros meses de la pandemia, y solo de marzo a abril del 2020, en España se desactivaron casi 46.000 dominios bloqueados por actividades ilegales y campañas de phishing dirigidas a particulares, empresas y organismos públicos. La covid también ha supuesto un revulsivo para la expansión de noticias falsas, llegando a que más de un 44% de españoles se topase durante la pandemia con fake news relacionadas con el coronavirus.
¿Qué medidas podemos adoptar?
La mayoría de los ataques de phishing y ramsonware se nutren de despistes del usuario, por lo que es crucial evitar instalar apps de origen desconocido, abrir correos o archivos adjuntos con mensajes sospechosos y trabajar con sistemas operativos desactualizados. Además, es muy importante, especialmente si teletrabajamos, configurar las características avanzadas de seguridad de nuestro navegador y revisar las extensiones instaladas, ya que suelen ser utilizadas para introducir malware. En cuanto a las contraseñas, es conveniente recordar que son uno de los elementos que más vulnerabilidades sufre, poniendo nuestros datos y los de nuestra empresa en riesgo. La opción más segura para garantizar la privacidad de nuestras claves consiste en utilizar una contraseña fuerte y cambiarla en cada sitio web, algo que resulta más fácil si nos hacemos con un gestor de contraseñas, un programa capaz de almacenar un gran número de relaciones de usuario y clave.