El rol de la tecnología en la lucha climática es clave, pues se estima que aproximadamente el 2 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero son responsabilidad de este sector. El Green Computing, también conocido como Green IT, es un término nacido en 1992 después de que la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos desarrollase un programa cuyo objetivo era promover y reconocer la eficiencia energética de diversas tecnologías. Bajo este concepto, se agrupan todas aquellas iniciativas o estrategias que buscan que las TIC sean más verdes, disminuyendo el gasto energético y de materiales, ya sea hardware, combustible o papel. Ejemplos de estas prácticas serían la computación en nube y grid, la virtualización en centros de datos y el teletrabajo. Además de los evidentes beneficios de esta filosofía aporta al planeta, sus efectos positivos se dejan ver en muchos más aspectos.
Ahorro económico
Menor uso de materiales, energía y, en ocasiones, tiempo, supone un importante ahorro económico para las empresas. A pesar de que algunas de estas iniciativas requieren importantes inversiones iniciales, suelen caracterizarse por mejorar su eficiencia y coordinación, algo que redunda en un gran beneficio económico en el largo o medio plazo.
Menor gasto de recursos
Si tenemos en cuenta que para crear cada dispositivo electrónico que utilizamos se gasta, de media, diez veces su peso en combustibles fósiles, por no nombrar otros materiales como el coltán, el plomo o el níquel; reutilizar, reducir y reciclar estos elementos supone un claro freno al desperdicio mundial de recursos.
Impacto positivo en la comunidad
Debido a su creciente influencia en todo el mundo, las empresas TIC pueden actuar como un gran ejemplo a seguir, animando al cambio de políticas y a la transformación de los hábitos de consumo. Paralelamente, que la tecnología esté tan presente en nuestras vidas, significa que un cambio en verde de alguno de sus componentes, tanto en su producción como en su modo de uso, tendrá un importante efecto a la hora de reducir las emisiones de otras actividades sociales y económicas. Por otra parte, teniendo en cuenta la cantidad de recursos necesarios para la fabricación y mantenimientos de dispositivos, un uso más eficiente de ellos repercute en la reducción de los conflictos sociales surgidos en torno a su obtención.
Impulso a la imagen corporativa
Con una sociedad cada vez más concienciada con el cambio climático, el Green Computing se vuelve clave para crear una relación de confianza con la sociedad. La perspectiva Green se integra en múltiples ámbitos de la empresa, y puede iniciarse con pequeños gestos como alquilar equipos en vez de comprarlos, reciclar todos los componentes o usar el correo electrónico solo para lo imprescindible.